Al final de la temporada, la mayoría de los entrenadores recomendamos a nuestros atletas que paren durante una o dos semanas por completo, que como mucho den una paseo para mover las articulaciones. Después de estas dos semanas de descanso, muchos entrenadores pensamos que una de las peores cosas que un triatleta puede hacer es inmediatamente después del parón, volver a las rutinas del entrenamiento.
La mayoría de los entrenadores recomendamos la recuperación activa, que ayuda a despejar la mente y facilita la recuperación física. En resumen, la recuperación activa es fácil, son entrenamientos no estructurados que ayudan al cuerpo a recuperarse más rápido de la larga temporada de triatlón. La recuperación activa es de naturaleza restaurativa; el mayor flujo de sangre que se obtiene con velocidades de ejercicio fácil, ayudan en la curación de articulaciones y músculos doloridos. Se recupera la mente mediante la eliminación de las presiones por las horas de entrenamiento por semana, los vatios, los ritmos y otras expectativas que normalmente se asocian con el entrenamiento de triatlón estructurado.
Personalmente creo que la bici de montaña es uno de las mejores deportes alternativos para hacer durante la temporada baja. No sólo ayuda a despejar la mente (te saca de la ciudad y te aparta del asfalto) además también ayuda a construir la fuerza excéntrica, ya que tienes que soportar el peso de tu cuerpo sobre los pedales al ponerte de pie en tramos complicados, algo que casi nunca haces en una bici de carretera ¡y menos en una cabra!
También es bueno hacer entrenamiento de fuerza y flexibilidad durante la temporada baja. Actividades tales como pilates, yoga, ballet e incluso simplemente hacer pesas, puede venir muy bien para fortalecer ese punto débil o desequilibrio que te ha impedido rendir al máximo durante la temporada.
