Nada más empezar la natación se me rajó el neopreno por la axila, así que no tuve muy buenas sensaciones en el agua. Le temía a la cuesta hasta boxes porque aunque estaba con moqueta, era bastante irregular. ("Cuidado con los suelos irregulares", me había dicho mi traumatologa Luisa Ibañez). Subí sin problemas y en bici nos pusimos a trabajar. Nos iban cantando tiempos. En la 2ª vuelta el Arcade Inforhouse Santiago, nos sacaban 15 segundos. Pero ibamos muy bien y recortando, aunque en ningún momento me encontré cómodo en la cabra.
El caso es que cuando nos bajamos en la T2, sólo quedabamos 4. Me tocaba correr. Yo pensaba en que sólo llevo unas semanas trotando y aún no he hecho más de 30'-40'. No había entrenado nada ni a los ritmos, ni a las intensidades que iba a tener que correr y lo peor: no sabía como me iba responder el peroné. ("No corras a pie en La Copa del Rey.", me había insistido Luisa el pasado lúnes). Las primeras vueltas me sentí mejor de lo que esperaba. Está claro que cuando estás en carrera, la sensaciones son distintas... Pero en la tercera vuelta empecé a notar que no podría aguantar mucho más. Mis compañeros de equipo me animaron durante todo el trayecto y Javi me insistía que si me dolía que parabamos. Yo dolor, lo que se dice dolor no tenía, sí mucha molestia en todo el pie. No bajamos el ritmo en ningún momento, a pesar de que nos cantaron una referencia que nos aventajaba. La última vuelta. eché el resto de las fuerzas que me querdaban. Lo logramos. Ganamos por sólo 4 segundos a los Santiageses.
Hoy me he levantado con el pie algo resentido, pero menos de lo que esperaba. Así que habrá que dar una vuelta bici que se acerca Vitoria.
